La perspectiva de la eternidad
Si miramos hacia arriba, si miramos de verdad, contemplando las estrellas; en sus ojos reflejos de cristal. Si filtramos las malicias, si olvidamos las ofensas; amargos en su corazón recuerdos.
Si al vivir en El cada día, si aprendemos su mirada; en nosotros dulce consuelo. Si nos desprendemos y pensamos, si despertamos del inculcado letargo, chisporroteados por la verdad; en su espíritu camino de santidad.
Si la madera de la cruz, si los clavos ensangrentados, nos recuerdan su agonia; tormento incrustado del Hijo más amado. Si el caudal de la experiencia, si la sabia de la prudencia; amigas del acierto.
Si todo esto es cierto, paloma blanca mia, polvo de la sabiduría.
Si El Padre nos aguarda y la gloria nos espera, encontrada drástica esperanza; entonces nada nos detiene, todo nos resbala, es Dios quien nos sostiene.
Es mi alma que grita, si, mi Rey, si serviré.
Si al vivir en El cada día, si aprendemos su mirada; en nosotros dulce consuelo. Si nos desprendemos y pensamos, si despertamos del inculcado letargo, chisporroteados por la verdad; en su espíritu camino de santidad.
Si la madera de la cruz, si los clavos ensangrentados, nos recuerdan su agonia; tormento incrustado del Hijo más amado. Si el caudal de la experiencia, si la sabia de la prudencia; amigas del acierto.
Si todo esto es cierto, paloma blanca mia, polvo de la sabiduría.
Si El Padre nos aguarda y la gloria nos espera, encontrada drástica esperanza; entonces nada nos detiene, todo nos resbala, es Dios quien nos sostiene.
Es mi alma que grita, si, mi Rey, si serviré.

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