Podria ser una canción infinita
Dios mio, ¿qué te he hecho? ¿en qué te he ofendido? Respondeme.
Dios mio, ¿que hago aquí? ¿Por qué me has creado a mi? Instruyeme.
Dios mio, ¿qué es lo que siento? ¿por qué estoy confundido? Ayudame.
Quiero serte fiel, señor, serte fiel, hasta la muerte más cruel.
Dios bendito, dime en este grito si estás ahi, respondeme. Hablame.
Dios mio, ¿qué es lo que soy? ¿en qué no te he comprendido? Enciendeme.
Dios mio, quiero estar a tu lado, ¿Por qué te has ido?
Dios mio, ¿qué es este frio? ¿en qué me he convertido? Rescatame.
¿Por qué no he sido tu amigo? Perdoname.
Señor mio me he quedado dormido, soñando contigo, yo sin ti ya no vivo.
Señor mio, yo sin ti ya no vivo, yo sin ti no respiro.
Eres la rama de olivo, que santifica a su pueblo.
Dios mio, me has levantado del lodo, me lo has dado todo.
Y yo te he negado tres veces, fingiendo, he salvado mi vida, he perdido mi honor.
Y tú una muerte de cruz, solo tú eres mi luz, luz blanca y azul.
Qué viene del cielo, que viene del seno materno, de la reina de toda virtud.
Te he pedido un deseo, me has dado una cruz.
Te he pedido el acero, me has dado inquietud.
Mi deseo era esa cruz, mi inquietud no defenderte, no ser como tú.
Te he pedido una respuesta, me has dicho que no.
He querido otro amor, me olvidaré de mi yo.
El no por respuesta era un amor mucho mayor.
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