SER CRISTIANO
¿Qué es ser cristiano?
Vivir siendo corderos. Inocentes corderos que se dejan degollar por los lobos una y otra vez.
Vivir siendo pequeños, inocentes, niños abandonados en sus palabras.
Pequeños aprendices conquistando virtud tras virtud.
Discipulos que viven preparándose para la eternidad, que es muy larga, y no disfrutando de la vida, que es muy corta.
Sangrar ofrendiendo las heridas de un
corazón que ha sobreamado y se ha roto haciendose cada vez más grande
porque el auténtico amor rellena los vacíos de carne maltratada.
Abrir los brazos, mirar al cielo con los
ojos del alma vestida con un cuerpo, alma que ansía desnudarse para
deshacerse en los misterios de la eternidad para la que fue creada.
Santa humillación que despierta la conciencia de sin-El-no-soy-nada.
Cargar la Cruz bendita que redime, Cruz
odiada por el mundo, Cruz despreciada y ridiculizada, pero Cruz ligera
para quién, con El, la lleva.
Santo celo que busca sin descanso la moneda pérdida, y que al encontrarla lo celebra el cielo entero.
Indaga, indaga el buen pastor hasta
encontrar a la oveja perdida, que llora, que lava sus pecados en el agua
del arrepentimiento, que con humilde corazón se sorprende de su pastor,
de su capacidad infinita de perdón. Perdón, pide perdón por lo que has
hecho, vuelve a la vida, que tú Dios te llama, y no pienses más en la
vergüenza pasada porque eras oveja esclava y has sido liberada.
Ven, ven aquí pequeña mía, tranquilízate
que estás a salvo, y Yo te prometo que a quien mucho ama, mucho se le
perdona, y tú me amas mucho porque has vuelto conmigo.
A partir de ahora eres una moneda nueva,
y al verte las demás, verán que están sucias y que tú has sabido
limpiarte del fango y subir con tu alma a lo más alto.
Correr, muchas querrán correr detrás de ti, y tú, alma mártir de tu pasado, las traerás hasta Mi, su Jesús.
Pescadores, pescadores de hombres, a
vosotros os digo, seleccionar bien el pescado, tirar los que parecen
bellos y por dentro su carne está llena de espinas, pero no desprecies a
los que son sucios y feos a la ligera, porque entre la basura podéis
encontrar tesoros que solo necesitan una mano amiga, mano santa que
sostiene cruces ajenas, mano cercana, mano que salva porque ama.
Todas las almas al nacer son pececitos
inocentes de colores, verdes, amarillos, rojizos o turquesa, de brillo
céreo, ocres, ópalos de fuego, de girasol, ópalos blancos y negros, de
colorines.
Despertad del largo letargo para
ascender, aligerad el espíritu y llegad a un segundo estado del alma,
alma que busca la Verdad, que ama el Bien y que arde en la llama que
nunca se apaga, sigue subiendo y llega a la perfección, tercer estado
que alcanzan sólo los santos convirtiéndose en los soles más explendidos
del Nuevo Reino prometido, esperanza que sostiene la fe y la caridad de
los que esperan en ella.
Por GONZALO VLG
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